IDEA. Rellenos sanitarios para salvar a la Ruta 6

Hace 35 años, el porteño medio podía imaginar al Río Reconquista como un límite natural no muy lejano, pero seguramente tampoco cercano. Después de todo, su mayor proximidad con la periferia de la Capital se da desde el Partido de San Martín hacia el norte. Por ello, el surgimiento de la CEAMSE dio a luz, además de la revolucionaria idea de los rellenos sanitarios, a la "ruta del cinturón ecológico": el Camino Parque del Buen Ayre, el cual, tras cumplir tres décadas de vida, se aproxima a completar definitivamente su cinturón en torno a Buenos Aires y así dejar en el olvido al viejo Camino de Cintura.

Reactivada la intención de completar esa obra, vale recordar aquel aciago comentario de las autoridades bonaerenses: "Con la duplicación de la Ruta 6, ya no será necesario prolongar el Camino del Buen Ayre". Hoy, con el abandono TOTAL de la Ruta 6 por parte del Gobierno provincial, al que parece no importarle que en algunos tramos se haya convertido en una autovía de 4 manos (!!!!), aparece una nueva posibilidad: la de darle una solución a la saturación de los rellenos sanitarios.

Mientras el Gobierno Nacional encara la terminación del Camino del Buen Ayre, una recapitalizada CEAMSE debería mudar sus instalaciones de disposición final a lugares nuevos, más alejados de nuestra urbe. Reacondicionar el tramo abandonado de la Ruta 6 (básicamente, desde Open Door hasta San Vicente) y terminar toda la obra proyectada (incluído el enlace por Berisso hasta el puerto de La Plata, que serviría también como "desagote" de la Ruta 2) serían los primeros pasos para ir instalando gradualmente nuevos rellenos sanitarios en locaciones rurales, de escasa o nula población (como alguna vez lo fue la zona de José León Suárez, antes de su extensión hacia el norte), sin dejar de lado la OBLIGACION de que efluentes de los residuos no contaminen valiosos cursos de agua, tanto en la superficie como bajo tierra.

En lo estrictamente referido al tratamiento de la basura, es necesaria también una campaña para educar a la gente en la separación de los residuos orgánicos de aquellos que pueden reciclarse. Experiencias que se hicieron en poblaciones acotadas han llegado a reducir a la tercera parte los desechos que se derivan a los rellenos. Los gobiernos municipales deberán, para ello, contar con plantas de reciclaje, las cuales servirían, entre otras cosas, para darles trabajo a muchas personas que hoy se dedican a "cartonear".

Esta reconversión de la Ruta 6 generaría, entre otros, los siguientes beneficios:

- Mayor seguridad en la ruta, no sólo por las mejoras en su estado y su posible iluminación, sino también porque permitiría controlar al tránsito pesado, especialmente el peso de su carga y la salud mecánica de los camiones, que hoy usan la ruta para escaparse de toda verificación.

- Generación de espacios parquizados a los costados de la ruta, creando nuevos polos de esparcimiento de interés local y regional, integrándolos con otros ya existentes, como por ejemplo el Zoológico de Luján.

- Reactivación económica de una zona olvidada, como es el tramo Cañuelas - Luján, donde las comunidades de General Las Heras, Plomer y Villars, por ejemplo, no tienen un camino decente para movilizarse y ven cómo la economía de su región se muere, casi tanto como quienes se accidentan en la Ruta 6.

- Separación del tránsito liviano del pesado. En el arco sudoeste de la traza, desde la Ruta 2 hasta Luján, la presencia cercana de la Autopista Presidente Perón (continuación del Camino del Buen Ayre) y la baja densidad poblacional permitirán que no sean tan disímiles las opciones entre una ruta y la otra, en caso de que, por ejemplo, la 6 tenga mucho tránsito pesado.

En mi opinión, es una forma viable de darle una solución al grave problema que se suscitó a causa de una obra costosa, mal encarada y luego abandonada, como ocurrió con la Ruta 6. Ya se analizaron diversas propuestas de llevar los rellenos sanitarios a tal o cual lugar, y a nadie le ha caído simpático recibir basura generada por otros. Si confiamos en que la CEAMSE puede repetir el buen trabajo que hizo en los rellenos sanitarios Norte I y Norte II, esta obra sería un beneficio enorme para quienes viven cerca de la Ruta 6 y tratan a diario de no morir en ella.